En finanzas, el término tecnología limpia o Cleantech, se utiliza para referirse a varias empresas y tecnologías que tienen como objetivo mejorar la sostenibilidad ambiental. El uso del término ha variado a lo largo de los años, y algunos usuarios lo tratan como sinónimo de términos como “tecnología verde”. Para referirse a fuentes de energía renovables, nuevos métodos de reciclaje y otras prácticas respetuosas con el medio ambiente.
En otros casos, el término se refiere a métodos para reducir el impacto ambiental negativo de tecnologías. Que de otro modo, serían convencionales, como la energía del carbón o el gas natural. En este contexto, términos como “carbón limpio” o “energía limpia” se usan comúnmente, aunque muchos ambientalistas cuestionan la validez de este uso.
La inversión en tecnología limpia ha aumentado sustancialmente desde que el término se popularizó por primera vez a fines de la década de 1990. Hoy en día, los trabajos de tecnología limpia se encuentran entre los de más rápido crecimiento en los Estados Unidos. A través de productos de inversión como el VDE ETF se puede tener una exposición al sector energético, incluido el rubro de lo “verde” y sustentable.
Cómo funciona la tecnología limpia
El término tecnología limpia tiene su origen en la comunidad de inversores de capital de riesgo (VC), que comenzó a utilizar el término a fines de la década de 1990 y principios de la de 2000. Nick Parker y Keith Raab, quienes fundaron Cleantech Group en 2002, la popularizaron notablemente.
En la actualidad, esta organización, una empresa de investigación y consultoría con sede en San Francisco, sirve como organismo coordinador de las actividades del sector.
Históricamente, las tecnologías limpias se usaban para referirse a una amplia gama de tecnologías y prácticas. Éstas van desde la producción de energía solar y eólica hasta mejoras de procesos que pueden aumentar la eficiencia en las cadenas de suministro y las líneas de producción.
Hoy en día, la discusión general sobre cuestiones ambientales ha tendido a utilizar términos con una connotación ambiental más explícita, como “tecnología verde” o “tecnología ecológica”. No obstante, las referencias a las tecnologías limpias siguen siendo populares en las comunidades financiera, de capital de riesgo y empresarial.
Este movimiento hacia la inversión sostenible está respaldado en parte por organizaciones como los Principios para la Inversión Responsable (PIR) de las Naciones Unidas. Misma que recopila y publica datos de una red de más de 2,300 instituciones financieras participantes.
Estos “signatarios” del PIR acuerdan adherirse a un conjunto de seis principios destinados a colocar la sustentabilidad ambiental en el centro de su proceso de toma de decisiones de inversión. Y se comprometen a autoinformar sobre su progreso hacia esta meta.
En enero de 2020, la red de signatarios del PRI tenía activos bajo administración combinados (AUM) de más de $80 billones, lo que los convierte en un organismo cada vez más influyente en la comunidad de inversión global.
Ejemplo de la Cleantech en el mundo real
Los inversores interesados en empresas y tecnologías respetuosas con el medio ambiente ahora tienen una amplia gama de opciones para elegir, que van desde empresas individuales hasta carteras diversificadas. Con respecto a las empresas que cotizan en bolsa, la mayoría de las empresas de tecnología limpia disponibles para elegir están involucradas en la producción de energía renovable, como la energía solar, eólica e hidroeléctrica.
Ejemplos de estas empresas incluyen Terraform Power (TERP), con sede en Nueva York y Alterra Power, con sede en Toronto (AXY). Los inversores también pueden optar por vehículos de inversión diversificados, como la sociedad limitada que cotiza en bolsa, Brookfield Renewable Partners (BEP).
Otra área importante de interés en relación con las tecnologías limpias es el aumento constante de puestos de trabajo relacionados con el sector. Algunos de los muchos tipos de puestos involucrados en las empresas de tecnología limpia incluyen instaladores de paneles solares, ingenieros civiles y de procesos, técnicos y personal de fabricación. Junto con una amplia gama de ocupaciones relacionadas con el comercio necesarias para instalar y mantener instalaciones de tecnología limpia.
