¿Qué es un activo financiero?

¿Qué es un activo financiero?

Un activo financiero es un activo líquido que obtiene su valor de un derecho contractual o un reclamo de propiedad. Efectivo, acciones, bonos, fondos mutuos y depósitos bancarios son ejemplos de activos financieros.

A diferencia de la tierra, la propiedad, los productos u otros activos físicos tangibles, los activos financieros no necesariamente tienen un valor físico inherente. O incluso una forma física. Más bien, su valor refleja factores de oferta y demanda en el mercado en el que comercian, así como el grado de riesgo que conllevan.

Comprendiendo qué es un activo financiero

La mayoría de los activos se clasifican como reales, financieros o intangibles. Los activos reales son activos físicos, que obtienen su valor de sustancias o propiedades. Tales como metales preciosos, tierras, bienes raíces y productos básicos como la soja, el trigo, el aceite y el hierro.

Los activos intangibles son la propiedad valiosa que no es de naturaleza física. Incluyen patentes, marcas registradas y propiedad intelectual.

Los activos financieros se encuentran entre las dos categorías de activos. Los activos financieros pueden parecer intangibles, no físicos, con solo el valor declarado en una hoja de papel. Como un billete de un dólar o un listado en la pantalla de una computadora.

Sin embargo, lo que ese documento o listado representa es un reclamo de propiedad de una entidad. Como una empresa pública, o los derechos contractuales a los pagos, por ejemplo, los ingresos por intereses de un bono. Los activos financieros derivan su valor de un reclamo contractual sobre un activo subyacente.

Este activo subyacente puede ser real o intangible. Las materias primas, por ejemplo, son los activos reales subyacentes que se fijan a activos financieros. Tales como futuros de materias primas, contratos o algunos fondos cotizados en bolsa (ETF).

Tipos comunes de activos financieros

De acuerdo con la definición comúnmente citada de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), los activos financieros incluyen:

  • Efectivo.
  • Instrumentos de patrimonio de una entidad, por ejemplo, un certificado de acciones.
  • Un derecho contractual a recibir un activo financiero de otra entidad, conocido como una cuenta por cobrar.
  • El derecho contractual de intercambiar activos o pasivos financieros con otra entidad en condiciones favorables.
  • Un contrato que se liquidará en los instrumentos de patrimonio propios de una entidad.

Además de acciones y cuentas por cobrar, la definición anterior incluye derivados financieros, bonos, tenencias del mercado monetario u otras cuentas y participaciones de capital. Muchos de estos activos financieros no tienen un valor monetario establecido hasta que se convierten en efectivo, especialmente en el caso de acciones donde su valor y precio fluctúan.

Además del efectivo, los tipos más comunes de activos financieros que encuentran los inversores son:

  • Las acciones, que son activos financieros sin fecha de finalización o vencimiento establecida. Un inversor que compra acciones se convierte en copropietario de una empresa y comparte sus ganancias y pérdidas. Las acciones pueden mantenerse indefinidamente o venderse a otros inversores. Aquí intervienen las bolsas de valores mundiales, como la de Nueva York, la de Frankfurt o BIVA de México. De igual forma, juegan los índices bursátiles, como el S&P 500, el DAX o el FTSE BIVA, por citar algunos.
  • Los bonos, que son una forma en que las empresas o los gobiernos financian proyectos a corto plazo. El tenedor de bonos es el prestamista, y los bonos indican cuánto dinero se debe, la tasa de interés que se paga y la fecha de vencimiento del bono.
  • Un certificado de depósito (CD), que le permite al inversionista depositar una cantidad de dinero en un banco por un período específico con una tasa de interés garantizada. Un CD paga intereses mensuales y, por lo general, se puede mantener entre tres meses y cinco años, según el contrato.
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