Deudores compulsivos: cuándo ya es un problema

Deudores compulsivos: cuándo ya es un problema

Los deudores compulsivos se definen como las personas que simplemente no pueden parar de comprar. Y esto va más allá de las ofertas: se traduce en la necesidad de adquirir algo para tener una sensación de bienestar.

Por supuesto que esta sensación termina prácticamente al momento de salir de la tienda y después viene la culpa por haber gastado tanto.

Claro que no hay cartera que aguante por mucho tiempo este estilo de vida. Esto lleva a adquirir deudas que crecen rápidamente y pueden venir problemas legales que pueden llevarte a prisión (aunque claro, aquí antes interviene la defensa del deudor por instituciones especializadas)

Y al parecer, esto se convierte en un estilo de vida. Se estima que cada hogar con una tarjeta de crédito tiene al menos $ 15,000 en deuda.

Así que si crees que estás en problema, hay instituciones que apoyan en la rehabilitación de las personas con este problema.

La manera en que instituciones especializadas pueden ayudar a deudores compulsivos

Hay una institución muy conocida en Estados Unidos y Gran Bretaña llamada Deudores Anónimos (DA), que les ayuda a salir de la deuda. 

Bajo el programa debes tomar acciones específicas para disminuir tu deuda. 

Una persona que se está recuperando de las drogas o el alcohol sigue los pasos para mantenerse sobrio. Una persona que se está recuperando de un gasto compulsivo, debe hacer un plan de acción específico para recuperarse de la deuda. 

A diferencia del alcohólico o drogadicto, la persona adicta a la deuda puede comenzar a ver cambios reales en la forma en que se maneja su dinero. Las cifras no mienten.   

El primer paso en DA es: “Admitimos que estábamos impotentes ante las deudas y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”.

El Paso 1 es un excelente lugar para comenzar. Debes admitir que eres impotente ante las deudas y que tu vida se ha vuelto inmanejable como resultado de ello. 

Una vez que haya hecho eso, es hora de continuar con el negocio de salir de la deuda.

Entonces podrías hacer un plan como este: “reservaré un cierto número de horas a la semana solo para tratar asuntos financieros.” 

“Iré a las reuniones del DA para poder interactuar con otros y ser responsable. No puedo hacer esto solo. Lo he intentado en el pasado y he fallado. “

“Si sigo haciendo lo mismo una y otra vez y esperando resultados diferentes, continuaré enloqueciendo.”

“Haré un plan y me atendré. Cortaré todas las tarjetas de crédito y usaré solo tarjetas de débito.”

“Intentaré determinar la diferencia entre lo que QUIERO y lo que NECESITO.”

“Llegaré a conocerme de una manera completamente diferente en lo que respecta a mi relación con el dinero. Haré pequeños recortes al principio solo para empezar.”

Igualmente acudes a sesiones semanales en las que conversarás con otras personas que tienen el mismo problema y se comparten sus avances o retrocesos. Todo siempre en un ánimo de respeto y compañerismo.

Como verás, no estás solo. Hay alternativas para salir adelante, sólo es cuestión de que te animes.

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